martes, 7 de mayo de 2013

DE JUAN Y SUS FANTASMAS

¡Hola de nuevo!

Aquí estoy otra vez, dando vidilla a este blog a través de mis queridos personajes. En esta ocasión, con un fragmento del manuscrito original de LA HEREDERA que no llegó a ser publicado.

A ver qué os parece.

"Su alma estaba sepultada bajo una capa de oscuridad tan densa y tenebrosa como la que se colaba aquella noche a través de la ventana de su despacho.
A duras penas podía mantenerse en pie. De hecho, tenía que hacerlo apoyado en un bastón, con su pierna herida aún en periodo de recuperación, pero aquel maldito accidente no le impediría llevar a cabo lo que debería haber hecho hacía mucho tiempo.
Mientras su mirada ausente se escapaba más allá de los cristales de su ventana, tuvo que escuchar por boca de su cómplice todos los detalles de una fiesta de disfraces que él no había autorizado.
Aquel personaje infecto que tenía tras él hablaba con voz neutra acerca del escandaloso comportamiento de Diego de Casanueva y Elena, y con ello le estampaba contra el muro de la verdad, aquella que se había negado a ver con tanto ahínco[...]
-Catalina se ha sobrepasado en sus funciones. Tendré que hablar con ella al respecto.
Tras él, la figura emitió un hondo suspiro de reconocimiento.
-Al parecer fue tan solo una bienvenida para Elena -explicó-. Después del incendio y del tiempo que pasó recuperándose en casa de Diego de Casanueva...
Recordando aquel penoso episodio, cerró los ojos con fuerza un instante. La sangre comenzaba a hervirle por la indignación.
Cojeando ostensiblemente, Juan Lomana ocupó su asiento privilegiado con un considerable esfuerzo y dirigió sus fríos ojos hacia su cómplice.
Entonces, en un desconcertante y rápido movimiento, llevó el extremo inferior del bastón hasta su pecho, presionando con él en una clara y amenazante actitud.
-Si vuelves a atentar contra la vida de Elena sin mi consentimiento, lo pagarás caro -advirtió sin levantar la voz-. Correrás la misma suerte que otros antes que tú, te lo aseguro.
La figura no se dejó intimidar. Con una sonrisa torcida, apartó de sí el bastón y se puso en pie [...]"

Inquietante cuanto menos, ¿verdad? ¿O no? Espero vuestros comentarios...

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